?? Dejad a los niños venid a mí

Continuamos hoy nuestra serie especial de Adviento con la historia de Abigail, una de las niñas que siguieron el ministerio de Jesús. Al final de su testimonio, terminaré como siempre con unas pocas palabras de ánimo. Te dejo con su relato:

Hace algún tiempo, mientras jugaba en el bosque, encontré una tienda de campaña con instrumentos para trabajar la madera, así como comida y otros enseres. Parecía que un carpintero se había instalado en el bosque. 

¡Estaba tan intrigada, que al día siguiente llamé a mi amigo Josué y le pedí que viniese conmigo para investigar un poco más quién era esa persona. Josué tenía miedo de que pudiese ser una mala persona, pero yo estaba segura de que no lo era. ¡Su vida reflejaba una amabilidad y una bondad auténticas!

Tras hacer unas cuentas bromas, nos dejó quedarnos con él con la condición de que lo ayudásemos, ya que estaba trabajando en una serie de proyectos que tenía que terminar. Nos quedamos tan cautivados de la experiencia, que al día siguiente llamamos a varios de nuestros amigos, y fuimos todos para estar con Él. ¡Nos gustaba tanto escucharle! Él hablaba de una manera directa al corazón, pero que a la vez era muy sencilla de entender, incluso para niños como nosotros. 

Sus enseñanzas impregnaron mi corazón, así como el de todos mis amigos. Al cabo de unos días, Jesús había terminado su proyecto, y nos comentó que tenía que seguir su camino para hacer las cosas que Dios le mandaba hacer. Era una noticia triste, pero a la vez me alegraba saber que otras personas iban a ser tocadas por Él. 

Su fama es cada vez mayor, y hemos tenido la oportunidad de ir a escucharle y de ver incluso algunos de los milagros que ha hecho en nuestra región. ¡Sí, soy una seguidora de Jesús! Sé que soy solo una niña, pero hace no mucho que le escuché decir: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14)

Sí, creo que Él es el Mesías que estábamos esperando, y que Él tenía un plan en ese bosque para que mis amigos y yo pudiésemos encontrarle, y tocar así nuestro corazón. 

Mi nombre es Abigail, y he sido elegida por Jesús. 

Querido/a amigo/a, Jesús quiere tener una relación profunda y viva con todos nosotros, y esto no se limita solo a las personas mayores. Oro para que Dios te dé la sabiduría para presentar a Jesús ante tus hijos, nietos, sobrinos, vecinos…, sobre todo en este tiempo tan indicado de Navidad, para que desde su más tierna edad puedan tener un encuentro con Aquél que más les ama.