❌ Apártate del mal

Hoy vamos analizar ya el último pasaje corto pero poderoso de la serie de esta semana. ¡Deseo que estas reflexiones te hayan ayudado a renovarte y a avivarte más en todo lo que Dios ha preparado para ti!

El séptimo pasaje de la serie dice: “Absteneos de toda especie de mal” (1 Tesalonicenses 5:22).

Ayer hablábamos sobre lo importante que es tener  discernimiento a la hora de reconocer lo que proviene de Dios y lo que es de las tinieblas, y cómo es algo que se desarrolla con la práctica.

De la misma forma que veíamos que no tenemos que menospreciar las pequeñas cosas que provienen de Dios, el pasaje de hoy dice que no tenemos absolutamente nada que ver con lo que viene de las tiniebla: ni siquiera un poco.

Es muy interesante el verbo que emplea este pasaje: “Absteneos…”. Una persona generalmente se abstiene de algo que le apetece, pero que decide no hacer. ¡De igual forma nosotros somos llamados a abstenernos de cualquier cosa que no sea buena, aunque pueda ser atractiva a nuestros ojos!

No me refiero a aquellas cosas que son claramente malas, ya que esas sé que no quieres tener nada que ver con ellas; sino que me refiero aquí a esas cosas que son dudosas, aquellas que no parecen tan malas, pero que no son tampoco buenas…

• Ya sabes, esa serie que suele tener a menudo escenas explícitas,
• Esa película rara con elementos de terror
• Esas conversaciones de tus compañeros de trabajo cargadas de burlas y críticas…

…, por mencionar solo unas pocas situaciones.

Lo mejor que podemos hacer en esos casos es lo que nos dice este pasaje: apartarnos de toda forma de mal… Da igual si es grande o pequeño: cualquier “especie”, cualquier “forma” de mal debe ser totalmente echada fuera de nuestra vida.

¡Eso nos ayudará a atesorar en nuestro corazón todo lo que proviene de Dios!

Querido/a amigo/a, ¡no recibas el mal que el enemigo te quiere mandar! Que a partir de hoy, puedas experimentar una nueva victoria contra forma de tinieblas en tu vida, en el Nombre de Jesús.

Te llevo en mi corazón,