🍇 Una vida próspera y fructífera

El Salmo 1 ha sido siempre uno de mis Salmos favoritos, sobre todo sus primeros 3 versículos. Vamos a leerlos:

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará” (Salmo 1:1-3)

¿Te gusta? A mí me encanta imaginarme la imagen de ese árbol junto a las corrientes frescas de agua viva, siendo impregnado de los ríos de bendición de Dios, y produciendo fruto abundante. ¡Es una imagen tan inspiradora!

Yo no sé tú, querido/a amigo/a, pero yo quiero que mi vida sea como este árbol: fresca, estable, y llena de fruto.

De hecho, este pasaje termina con la promesa de que “y todo lo que hace, prosperará” (v.3). ¡Wow! Eso es una promesa impresionante. ¿Te puedes imaginar que cada cosa que hagas te salga bien? ¡Es la promesa de este pasaje!

Querido/a amigo/a, Dios quiere que tu vida sea fructífera, y que prosperes en todo.

Es por eso que, a lo largo de esta semana, vamos a analizar las claves que nos da este pasaje que podamos tener esta vida fructífera y próspera que el Señor anhela darnos.

¡Creo que esta serie va a impactarte de una manera especial! Oro para que así sea.

Te llevo en mis oraciones y en mi corazón