🪴 Un antes y un después

A lo largo de estos días hemos visto enseñanzas de la vida de Pedro que pueden ser muy prácticas para nosotros, y que nos inspiran a ser más sabios y prudentes, así como a escuchar más a Dios.

El cambio en la vida de Pedro fue constante, pero fue al recibir el bautismo en el Espíritu Santo que su vida dio probablemente el mayor cambio desde que tuvo su encuentro con Jesús.

Aquel que había negado a Jesús unos días antes por miedo a perder la vida, y que se escondía en el aposento alto con el resto de los discípulos, ahora se levantaba con poder y autoridad, hablando al corazón de las multitudes con valentía.

Tal fue así que la Biblia dice que, ese mismo día en el que los discípulos fueron llenos del Espíritu, “los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hechos 2:41). ¡3.000 personas dieron su vida a Jesús ante la primera predicación de Pedro! Wow, no está mal! =)

Y eso fue solo el principio. En los siguientes días, Pedro y el resto de los discípulos siguieron predicando, sanando a los enfermos y viendo todo tipo de milagros y señales. ¡Su valentía y fervor eran tan fuertes que arriesgaron sus vidas, haciendo oídos sordos a las amenazas de los fariseos y de los romanos, con tal de predicar a Jesús con poder!

Esa es la diferencia que el Espíritu Santo obra en nuestras vidas: Él rompe nuestros conceptos humanos, y nos ayuda a caminar en lo sobrenatural de Dios. ¡Nos transforma a tal punto que nos ayuda a hacer cosas que nunca hubiésemos podido hacer por nosotros mismos!

Querido/a amigo/a, el Espíritu Santo quiere transformar tu vida, y la vida de muchas otras personas a través de ti. En este día, pídele que te inunde de Su Presencia, y que te ayude a dar pasos valientes en todo lo que Él te mande hacer. ¡Él tiene cosas gloriosas preparadas para ti!

En el programa de hoy profundizaré un poco más en este punto. Puedes verlo haciendo clic en este enlace