Un Acto Reflejo… ⚡️

¿Cuál es tu acto reflejo cuando te encuentras en situaciones difíciles?

Vi una vez en una serie que el protagonista, para identificar cuál de los asistentes a una reunión era un agente de policía encubierto, decidió hacer un ruido repentino. El agente, de manera instintiva, movió su mano hacia la derecha, haciendo un gesto como de querer agarrar su pistola, a pesar de que en ese momento estaba desarmado. ¡Era un acto reflejo que había adquirido con el paso de los años!

A lo largo de mi vida, he desarrollado el reflejo de orar inmediatamente ante las situaciones complicadas. Sale como un resorte, como algo automático dentro de mí, antes incluso de que pueda pararme a analizar bien la situación: mi espíritu empieza a orar, ya que sé que necesito sabiduría y claridad de Dios. 

Nehemías, como vimos ayer, empezó también a orar y a ayunar cuando su corazón se llenó de carga por el pueblo de Israel y por Jerusalén. La oración se convirtió por meses en el motor de su vida. 

Tal fue la dependencia que Nehemías tenía hacia la oración que, cuando el rey le preguntó qué era lo que deseaba, la Biblia dice que Nehemías “oró al Dios de los cielos” (Nehemías 2:4) antes de responder al rey. ¡Esa debía haber sido una oración relámpago, ya que no podías hacer esperar al rey cuando te preguntaba algo! Sin embargo, esa oración rápida en su mente fue suficiente para darle la claridad que necesitaba para contestar al rey. 

Querido/a amigo/a, ¡haz que la oración se convierta en un acto reflejo en tu vida! No es algo complicado: es solo cuestión de compartir las cosas que te van sucediendo en tu día a día con Dios, y de estar atento a las cosas que Él va poniendo en tu corazón. 

Puedes empezar ahora mismo si quieres: invierte un par de minutos para contarle a Dios lo que tienes en tu corazón, y para pedirle sabiduría. ¡Como hemos visto, las oraciones cortas tienen también mucho poder! =)

Te llevo en mi corazón,