Tu Buen Pastor te cuida en el camino

Seguimos avanzando con las preciosas frases de este Salmo tan especial, y hoy vamos a ver la que dice: “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”(Salmo 23:4).

Jesús es nuestro Buen Pastor, y este versículo nos lo ilustra bien con las típicas herramientas que usaban los pastores de la época para defender y guiar a sus ovejas.

Según varios comentarios bíblicos, y contrariamente a la imagen que podríamos tener ahora, las varas de los pastores tenían una gran contundencia, al punto de que eran como mazas que les servían para defenderse de los enemigos, especialmente de los animales salvajes.

El cayado, por su parte, era un bastón largo que se solía usar como apoyo, sostén y guía para las ovejas.

Seguramente haya algunos pensamientos que empiecen a venir ya a tu mente al respecto, pero me gustaría ver lo que dice el final de esta frase: la vara y el cayado del Señor nos dan aliento.

Como decíamos ayer, una de las peores cosas que podemos experimentar es el desaliento de pensar que estamos solos en este mundo.

Pero esa no es más que una mentira de las tinieblas: tienes a un Buen Pastor que te ama tanto, que está listo con la vara para “reventar” a cualquier enemigo que quiera venir contra ti, y que tiene el cayado en Sus manos para dirigirte y guiarte cada día.

Querido/a amigo/a, no estás nunca solo/a: Jesús es tu Buen Pastor, y Él está siempre a tu lado para defenderte y guiarte. ¿Notas un aliento renovado en tu vida al pensar en ello? =)

No te alejes de Su Presencia: síguele de cerca en este día, y proclama por la fe todas estas promesas del Salmo 23 sobre tu vida. ¡Él te ama tanto!