¿Qué haces con tus errores?

A lo largo de mi ministerio, Dios me ha dado la preciosa oportunidad de ver millones de vidas tocadas y miles de vidas cambiadas. Le alabo por los testimonios que recibo cada día con agradecimiento. ¡Doy toda la gloria a Dios!

Sin embargo, es cierto que he cometido también errores, quizás más que los demás. Y lo que he aprendido es que lo importante son las decisiones que se toman después de los errores.

• ¿Qué lección puedo sacar de ellos?
• ¿Qué acciones debo tomar?
• ¿A quién debo pedir perdón?
• ¿Qué cambios tengo que hacer?

Esto me hace pensar en Zaqueo. Este hombre era recaudador de impuestos bajo la ocupación romana. Además de trabajar para el “enemigo”, cobraba de más a la gente cuando recogía sus impuestos. Ni decir tiene que Zaqueo no era apreciado en absoluto por el pueblo.

Un día, Jesús cruzó la ciudad de Jericó y escogió la casa de ese hombre para alojarse en ella. Puedes leer la historia de su encuentro en Lucas 19:2-9.

Zaqueo encontró a Jesús, y tomó enseguida consciencia de la necesidad de un cambio inmediato y radical en su vida. ¡Fue tan radical, que se comprometió a dar la mitad de sus bienes a los pobres y a devolver hasta el cuádruple a los que había cobrado de más! “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham” (Lucas 19:9).

Lo que cuenta no es cuántos errores has cometido en el pasado, sino la medida del amor de Jesús por ti. Y puedes estar segur@ de que Él te ama, y de que su amor por ti no ha cambiado, ni cambiará nunca.

Si te vuelves hacia Él con el deseo de cambiar tu vida y tu forma de actuar, Él te recibirá con los brazos abiertos. Te despojará de la culpabilidad y de la vergüenza, serás una nueva persona, y te convertirás en una fuente de bendición para los demás.

Gracias por existir,
Eric Célérier