🤞🏻“¡Cruci!”

¿Solías jugar al “pilla pilla” cuando eras pequeño(a)? ¡Seguro que sí! Correr en intentar pillar a los demás es una de las cosas que más les gusta a hacer a los niños =)

Recuerdo que, cuando jugaba de pequeño, había una palabra clave que todos respetábamos: el “cruci”. 

Cuando el que te perseguía estaba demasiado cerca y estabas a punto de ser pillado, podías gritar “cruci”, cruzando los dedos. 

En ese momento todo se paraba, y tenías unos segundos para recuperar tu aliento y pensar en cuál podría ser tu siguiente movimiento, antes de que la carrera se reanudase. El “cruci” era nuestro refugio cuando las cosas se ponían feas =)

Mi querido(a) amigo(a), a veces los problemas y las circunstancia de la vida nos persiguen, y necesitamos también esos momentos “cruci”. Sin embargo, en ocasiones,  ¡”el cruci” parece no funcionar tan bien como cuando éramos pequeños!

Pero, ¿sabías que Dios ha preparado un refugio para ti, en el que puedas siempre descansar y recuperar el aliento y la visión?

Sí, tienes la libertad para refugiarte en cualquier momento en Dios, para poder parar y recuperar así tu aliento y visión. 

Como dice la Biblia, en Él encontramos “sombra ante el calor abrasador, y refugio y protección de la tormenta y del aguacero” (Isaías 4:6, RVA). 

¡Sí, Dios es un auténtico refugio para nuestras almas! A lo largo de esta semana voy a compartir contigo una serie de claves para que puedas experimentar de una forma más real el refugio de Dios en tu día a día. ¿Estás listo(a)?

Descansa en Dios en este día.