Dios es tu Pastor (Salmo 23)

Desde hace unas semanas, he sentido que Dios me ha estado llevando a recordar y a proclamar las verdades del Salmo 23 sobre mi vida.

Lo he sentido, de hecho, de una manera muy especial, y ahora, al preguntarle a Dios de qué debía hablar esta semana con todos vosotros, los que recibís este email diario de Un Milagro Cada Día, he sentido fuertemente que teníamos que analizar este precioso Salmo.

Pero siento que tenemos que hacerlo de una manera pausada, analizándolo frase a frase, para que podamos extraer todas las verdades y promesas contenidas en este Salmo tan conocido de las Escrituras.

El hecho de que sea tan conocido, de hecho, puede ser algo que juegue en nuestra contra, porque, al sabérnoslo de memoria, podemos recitarlo sin pararnos a pensar ni a profundizar realmente en el significado de lo que estamos leyendo o diciendo.

Es por eso que, durante las próximas dos semanas, vamos a estar analizándolo juntos, y vamos a dejar que Dios, nuestro buen Pastor, nos ministre a través de él.

De hecho, me gustaría dejarte ahora con el Salmo 23, para que puedas leerlo y ser edificado por medio de su lectura. Toma tu tiempo para que estas palabras calen en tu vida, mientras lo leemos juntos. Dice así:

“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmo 23)

Querido/a amigo/a, Dios es tu pastor, y puedes confiarle tu vida. Él realmente cuida de ti en cada momento.