Deja que Dios llene hoy tu copa a rebosar

Ya vamos llegando poco a poco al final de este precioso Salmo, y la frase de hoy estoy seguro de que te va a encantar. Dice: “mi copa está rebosando” (Salmo 23:5).

Este es el último elemento del “pack”, si podemos llamarlo así, que Dios nos da a Su mesa. No solamente Él prepara un banquete en Su Presencia para nosotros ante la mirada celosa del enemigo y sus huestes, sino que además nos unge con Su aceite Santo de la unción, como veíamos ayer. Y, por si fuese poco, llena nuestra copa hasta rebosar.

Fíjate en la naturaleza de Dios expresada en esta simple frase: Dios nunca te da solo lo necesario. Él es extremadamente generoso, y cuando te llena de Sus bendiciones, no va en modo ahorro: ¡Te llena hasta rebosar, hasta que no puedes ni siquiera contenerlo!

De hecho, esto es lo que dice este otro pasaje tan conocido de la Biblia: Dios es “Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros…” (Efesios 3:20)

Él quiere hacerte rebosar en cada aspecto de tu vida, para que tú también puedas a tu vez bendecir abundantemente a los que te rodean. Su bendición quiere tocar cada una de las áreas de tu vida, y hacerte brillar con tanta fuerza y con tanto gozo, que puedas sentirte literalmente lleno a rebosar de los tesoros y bendiciones de Dios, tanto en lo espiritual como en lo natural.

Querido/a amigo/a, ¡deja que Dios llene hoy tu copa a rebosar! Él quiere darte Paz a borbotones, una fe renovada, un gozo contagioso, y proveerte abundantemente de todo lo que necesitas. Él realmente te ama, ¡y tiene tantas cosas preparadas para ti! Más de las que puedas incluso imaginar =)

Te llevo en mis oraciones y en mi corazón,