¡Su generosidad es poderosa!

El estudio de las diferentes facetas del poder de Dios que hemos llevado a cabo durante estos días, ¿crees que ha producido algún cambio en tu forma de percibir el poder de Dios actuando sobre tu vida?

Hoy me gustaría estudiar contigo el poder que Dios manifiesta a través de Su generosidad. Como dice la Biblia: “porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas…” (Romanos 1:19-20).

Dios ha hecho todas las cosas, y Él está en todas partes, presente en cada partícula del universo que ha creado. Él está:

• En el hombre, Su “maravillosa creación”.
• En la fauna y la flora, con sus miles de especies.
• En los microorganismos.
• En los millones de estrellas que pueblan los cielos.
• En los océanos, los mares y los ríos, así como en sus millones de metros cúbicos de agua.

Por amor a ti, Dios creó una Tierra preciosa y fértil, repleta de recursos diversos y variados, con el objetivo de ofrecerte todo lo que necesitas. Al igual que Adán y Eva, has recibido en herencia la Creación, la cual es una expresión de la naturaleza generosa, creadora y extravagante de Dios.

Por medio del sacrificio de Jesús, has sido hecho heredero(a) directo(a) de este Dios tan generoso, y tan rico en bondades. ¡Sí, Él ha preparado a través de Jesús una vida abundante para ti, y quiere que la disfrutes en plenitud!

Dios quiere mostrar Su generosidad para contigo en todas las áreas de tu vida. El capítulo de Deuteronomio 28 expresa de manera precisa las bendiciones que quiere derramar sobre tu vida. ¡Sí, querido(a) amigo(a), Dios es Todopoderoso, y quiere colmarte de toda clase de bendiciones!

Te invito a que entres en Su presencia, y ores conmigo ahora: “Dios Todopoderoso, quiero pedirte perdón por dudar en ocasiones de Tu generosidad. Quiero agradecerte por darme acceso a todas Tus riquezas, tanto espirituales como físicas y materiales. Quiero recordar siempre que todo proviene de Ti, que todo es tuyo, y que generosamente me lo ofreces por amor. ¡Te alabo por quien eres, Señor! Amén”.

Adora a Dios por quien es y por lo que generosamente hace en tu vida, y verás cómo las puertas del Cielo se abren sobre ti.

Gracias por existir,
Éric Célérier