🏡 Solo Dios y tú

Una de las claves para desarrollar esa autenticidad en nuestras vidas se encuentra, de hecho, en las cosas que hacemos cuando nadie nos ve.

Es en esos momentos en los que no hay nadie a quien impresionar, que podemos decidir hacer lo que es correcto, y sembrar en aquellas áreas en las que queremos crecer.

Esto se aplica a todas las áreas de la vida, y de una manera muy especial a nuestra relación con Dios.

Mira lo que Jesús decía: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:6).

Es en ese Lugar Secreto, allí donde nadie más tiene acceso aparte de Dios y nosotros, que nuestra autenticidad es construida.

Ahí no hay apariencias ni engaños, sino solo una amistad profunda con Dios que crece a medida que invertimos más y más tiempo a solas con Él.

Es en esas conversaciones con Él que nuestra fe es afirmada, y nuestro carácter moldeado. Es ahí donde nos convencemos de la grandeza y el poder de Dios, y donde nos damos cuenta de lo inútil que es vivir solo para agradar a los demás.

Sí, tenemos la oportunidad gloriosa de tener una relación viva con Dios, y de dirigirnos a Él en cualquier momento de nuestro día a día. ¿Acaso no es precioso?

Querido/a amigo/a, ¡tus momentos a solas con Dios son el principio de una vida espiritual genuina, auténtica con Dios!

En este día, ven ante la Presencia de Dios y ábrele tu corazón de par en par. Deja que la lluvia del Cielo empape tu vida con la gloria y la bendición del Padre, mientras te acercas a Él con un corazón lleno de gratitud y gozo.

¡Esto sin duda cambiará tu vida! =)