Recibe un nuevo corazón

Nuestro corazón no es siempre puro, y nos falta a veces rectitud. En ocasiones nuestro corazón nos decepciona: no es tan limpio como nos gustaría. Nos empuja a criticar, a tomarla con alguien, a tener pensamientos negativos, a enfurecernos, …

Jesús nunca conoció esto. Él es perfecto y su corazón siempre ha sido puro. Sin embargo, Él comprende lo que sientes cuando te decepcionas contigo mismo.

El único que puede limpiar tu corazón y hacerlo puro es Dios. Él dijo: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros” (La Biblia, Ezequiel 36:26).

No esperes más, querido/a amigo/a, y pídele a Dios que cree en ti un corazón puro. Como dice David en Salmos 51:12, “Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte”. Este era el grito de su corazón, y puede ser el tuyo hoy también.

¡Haz subir este clamor hacia Jesús, y déjale que te transforme!

¡Gracias por existir!
Eric Célérier