¿Qué es lo que has decidido?

Como cada domingo, nuestro amigo Christian Misch es el que nos trae la reflexión para “Un Milagro Cada Día”. ¡Oro para que este mensaje toque tu vida!

¿Los problemas de la vida te han quitado la sonrisa?

Hace unos años experimenté una situación de estrechez económica. Mi mente se agobiaba al pensar en cómo hacer frente a los próximos pagos, y notaba cómo eso me había afectado también a nivel espiritual. Una tarde, mientras pensaba en todo eso, me di cuenta de que no podía seguir así. ¿Creía realmente que Dios cuidaba de mí? Si lo creía, no tenía motivo para sentirme agobiado. 

Decidí en ese mismo momento creer que Dios iba a ayudarme con mi problema financiero. Empecé a darle gracias por la solución que ya estaba de camino, y a pedirle sabiduría para saber qué pasos tenía que dar. En cuestión de segundos, el ambiente espiritual cambió, ¡me sentía confiado, lleno de fuerzas y de gozo! =) 

A partir de ese momento, tomé la decisión de no agobiarme más, sino de confiar y darle gracias a Dios de todo corazón por la solución que estaba ya de camino. Mi situación por fuera seguía siendo la misma, pero mi corazón ahora estaba lleno de fe y de gozo. Unas semanas más tarde, de una manera milagrosa, recibí un aumento de sueldo que me permitió salir de esa situación. ¡Fue tan increíble!

Cuando Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos, fueron azotados y puestos en la cárcel más profunda. “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto…” (Hechos 16:25-26). ¡Querido(a) amigo(a), su corazón estaba tan lleno de gozo que no pudieron evitar ponerse a cantar aún en medio de esa situación! Todos les oyeron, y todos fueron testigos del enorme milagro que aconteció después. ¡Sí, cuando decides gozarte en Dios, abres la puerta a Sus milagros en tu vida! 

Toma le decisión de agarrarte a Dios y llenarte de su gozo en este día.

¡Gracias, Christian! Querido(a) amigo(a), disfruta de la Presencia del Señor en este día de domingo. 

Gracias por existir, 
Eric Célérier