¡No te olvides las armas de la luz! ?

A lo largo de la historia, una gran parte de los ataques que se han llevado a cabo en acciones de guerra se han desarrollado de noche. El motivo de ello es intentar sorprender al enemigo atacándole en un momento inesperado, y usar la oscuridad para que no vea bien lo que está ocurriendo.

En lo referido a nosotros, el enemigo es un especialista en lo que a oscuridad se refiere. Trabaja en nuestra vida de forma disimulada y discreta, sin ser visto, y ahí trata de poner todo tipo de mentiras en nuestra mente sin que nos demos cuenta, para así debilitarnos. Sin embargo, ¡tenemos unas armas de luz preparadas para nosotros! Así lo dice el apóstol Pablo: “Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz” (Romanos 13:12).

Entre estas armas preciosas se encuentran el escudo de la fe, la espada de la Palabra de Dios, y el casco de la esperanza de la salvación, entre otras. Todas ellas, cuando las usas con sabiduría y oración, irradian una luz que deshace las obras del enemigo y hace que salga huyendo. ¡Las armas de la luz hacen huir las tinieblas en tu vida!

Querido(a) amigo(a), no olvides vestirte con esas armas en este día. ¡Hoy va a ser un día de victoria para tu vida!

Oremos juntos: “Gracias, Señor, porque en Tu Nombre tengo victoria sobre todas las obras y los ataques del enemigo. Te pido que me des sabiduría para cada paso que tengo que dar, y que me ayudes para usar la armadura y las armas de luz que me das de manera efectiva en este día. Que Tu Nombre sea levantado en mi vida hoy y siempre. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”

Te lleno en mis oraciones y en mi corazón.

¡Eres un Milagro!
Christian Misch