¿Necesitas descanso?

Servir a Dios y caminar en Sus caminos en ocasiones no es fácil, y más aún cuando te sientes cansado(a). Dios sabe cuánto tiempo, atención y energía requieren todas tus obligaciones diarias. A lo largo de esta semana, vamos a profundizar en Isaías 40:29-31, un pasaje de la Biblia que nos ayudará a renovar nuestras fuerzas.

“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:29-31).

“Él da esfuerzo al cansado…”

¿Te sientes cansado(a)? Quizá:

• Emocionalmente, estás tan agotado(a) que no tienes fuerzas para conectar con los demás, y tiendes a aislarte.
• Físicamente, te cuesta aguantar hasta el fin del día debido a todas tus obligaciones.
• Tus fuerzas parece que te han abandonado. 

Hay una promesa llena de esperanza para ti: los que confían en el Señor tienen siempre nuevas fuerzas. Imagínate por un momento lo que tiene que ser:

• Andar sin cansarte.
• Correr sin agotarte.
• Sentirse siempre renovado y con fuerzas.

Sería estupendo, ¿verdad? ¡Pues ese es el plan de Dios para ti!

Dios es el creador de la energía, la fuente de tu vitalidad. Y ante el Creador de la energía, ¡el cansancio se cansa! =) Dios nunca duerme, Él se ocupa constantemente de ti y de tus necesidades, aun cuando estás dormido.

Oro en este día para que dejes al Dios de lo imposible quitar de ti todo lo que te roba la energía: los conflictos, las inquietudes, la falta de sueño…, ¡y para que Le dejes multiplicar tus fuerzas!

¿Quieres orar un instante conmigo? “Padre Celestial, ¡cuántas veces he esperado que mi situación se arreglase por sí sola, deseando que una buena noche de sueño bastase para reponerme del cansancio! Hoy entiendo que Tú eres la fuente de mi vitalidad, que contigo puedo andar sin fatigarme. Padre, renuévame, dame nuevas fuerzas, una energía sobrenatural que venga del Cielo. Ayúdame a volverme a ti cada día y de esta manera poder recargarme en Tu Presencia. ¡Gracias, Dios mío! Tu fidelidad es mi tesoro. En el Nombre de Jesús. Amén”.

Gracias por existir,
Eric Célérier