“Hackea” los planes de las tinieblas

Las batallas son una constante de la vida cristiana, y cuanto mayor es tu llamado, más batallas tienes que enfrentar. 

En mi caso, puedo decirte sinceramente que el nivel de dificultades, retos, luchas, cambios, decisiones importantes, esfuerzos, incomodidades… que he experimentado a lo largo de todos estos años han sido mayores que los de la mayoría de personas de mi entorno. 

Sí, en ocasiones tengo la sensación de que vivo en una batalla continua; la ventaja, por el contrario, es que he aprendido a levantarme y a estar fuerte en medio de todas ellas. 

De hecho, he aprendido a “hackear” los planes del enemigo. Cuando detecto sus planes para intentar hacerme caer en alguna área, hago exactamente lo contrario. Por ejemplo:

• Cuando me viene una situación en la que sería comprensible perder la calma, es cuando reacciono más tranquilamente. 
• Cuando me viene una situación agobiante, es ahí cuando me levanto lleno de gozo y oro con fe al Señor. 
• Cuando la tentación llama a mi puerta, la ignoro y pongo mi atención en “todo lo bueno…” (Filipenses 4:8). 

¡Esa actitud pone al enemigo de los nervios! =) Por supuesto, no soy perfecto y todavía tengo que mejorar en muchas áreas, pero las mil batallas por las que he tenido que pasar me han permitido crecer como nunca antes, y me preparan para mi llamado. 

La Biblia dice: “Pelea la buena batalla de la fe…” (1 Timoteo 6:12). Fíjate en la forma en la que lo expresa: no tiene por qué ser una mala batalla, ni tienes que vivir en una trinchera de constante pesar y agonía. ¡En absoluto! La fe te lleva a darle la vuelta a cualquier batalla para que se convierta en una “buena batalla”, te lleva a “hackear” los planes de las tinieblas contra ti y a convertirlos en una oportunidad para crecer y brillar con más fuerza. 

Querido/a amigo/a, si sientes que la oposición se multiplica contra ti, ¡no te agobies! Es, de hecho, una buena señal, porque el enemigo molesta más a los que más teme. Solo levántate, agárrate por la fe al Señor, y rompe los esquemas de las tinieblas. ¡Esta actitud te permitirá cumplir el llamado de Dios para tu vida, y podrás decir al final como el apóstol Pablo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”(2 Timoteo 4:7)!