⚡️¡Eso es una calumnia!

Una de las formas más efectivas de bendecir a los demás es a través de la oración, pero no cualquier tipo de oración… Déjame que te explique un poco más =)

Hace unas semanas escuché el testimonio de un pastor que contaba cómo se encontró una vez en una situación muy complicada en su ministerio. En aquellos tiempos, estaba ayudando con el grupo de jóvenes de su iglesia, y una persona del cuerpo directivo de la iglesia empezó a lanzar todo tipo de acusaciones contra él. 

Esto creó una situación que le llevó casi al punto de ser despedido de su función como pastor de jóvenes. Gracias a Dios, todo se aclaró, y tras unos meses, la persona que fue despedida fue precisamente la que le había acusado, ya que se habían encontrado irregularidades importantes en su gestión. 

Durante ese proceso, sin embargo, este pastor contaba lo mal que se encontraba. Parecía que nada de lo que hacía podía levantarle espiritualmente, se sentía triste, apesadumbrado… Un día, mientras oraba, el Señor le recordó el pasaje de la Biblia que dice: “bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian…” (Lucas 6:28). 

Entendió que Dios le decía que tenía que orar por ese directivo de la iglesia. Empezó a orar por él de una manera formal y distante, pero no notó ningún cambio. Sintió que el Señor le decía en su corazón: “Tienes que bendecirle, tienes que orar por él como orarías por ti mismo…”. ¡Ese era realmente un desafío! 

Empezó a hacerlo: empezó a bendecir a esta persona, a pedir mayor claridad del Cielo para su vida, a pedir bendición sobre su familia e hijos, prosperidad en todas las cosas que hacía, protección… Al cabo de unos instantes, el gozo empezó a inundar su corazón. La Presencia de Dios vino sobre su vida de nuevo con fuerza. ¡Había sido renovado en el Espíritu debido a esta oración genuina y sincera por aquella persona que le había hecho mal!

Su amor por esta persona cada día crecía más. Continuó orando de esta manera por él, y cuando finalmente el directivo fue despedido, no fue para él un motivo de alegría, sino de tristeza. Pudo darle un abrazo antes de que se marchase, y hablar de corazón con él, lo cual tocó profundamente a la persona que unos meses atrás le había causado tanto mal. 

Querido/a amigo/a, ¡hay tanto poder en bendecir a los demás, y en orar por ellos en la misma manera en la que oraríamos por nosotros mismos! Yo mismo he empezado a hacer esto de manera más intencional durante estos meses, ¡y puedo asegurarte que es algo tan poderoso! 

En este día, empieza a orar de esta manera por las personas que vengan a tu corazón. Ya sean amigos, familiares, personas que conociste en el pasado o incluso enemigos: bendícelos, y ora de manera generosa por ellos. ¡Eso será de una bendición tan grande, tanto para ellos como para ti! =)