¡En Navidad, Dios hace fuerte la debilidad!

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Entramos en un tiempo de celebraciones y fiestas. Las luces, los regalos, las comilonas, los momentos en familia… Navidad es un tiempo de regocijo para la mayoría de nosotros. ¡Un período en el cual queremos recargar nuestras baterías!

Sin embargo, la primera Navidad no fue un día confortable. De hecho, fue un día de gran debilidad para José y María. Imagínate por un momento la “decoración” de Belén: Un censo obligatorio, un pueblo perdido en medio del campo llamado Belén, un pesebre para animales, y una joven extenuada tras un largo viaje que está a punto de dar a luz.

Me gusta este cántico de Navidad que ilustra lo que ocurrió esa noche en la que Jesús nació, esa noche en la que el mayor de los milagros tuvo lugar en medio de una gran debilidad:

“¡Oh, pueblecillo de Belén,
durmiendo en dulce paz!
los astros brillan sobre ti
con suave claridad;
mas en tus quietas calles
hoy surge eterna luz,
y la promesa de Emanuel
se cumple en Jesús”.

¡Belén no era “the place to be”, no era un sitio de moda ni un lugar turístico. Era un pueblo perdido en medio de la nada, un lugar insignificante.

Pero, ¿sabes que Dios se complace en utilizar las cosas insignificantes para Su gloria? ¿Sabes que ama manifestarse en los lugares que nadie ve, y hacerse conocer a través de gente que nadie aplaude?

“sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte” (1 Corintios 1:27).

Querido(a) amigo(a), ¿te sientes débil? ¿Cansado(a)? ¿Insignificante? ¡No te desanimes! Dios no se asusta de tu debilidad. Al contrario, Él va a hacer Su obra y va a gloriarse en ti y a través de ti.

Sí, la Navidad es la fiesta de la debilidad:

  • Es cuando Dios se hace hombre, como nosotros, y comparte nuestra pequeñez.
  • Es cuando Jesús, el Rey de gloria, deja su trono y participa de nuestra debilidad.
  • Es cuando el Príncipe de paz viene a mostrarnos cómo tenemos que vivir, dejándonos Su ejemplo, para que lo sigamos, tanto cuando nos sentimos fuertes como cuando nos sentimos débiles.

¡Gracias por existir!
Eric Célérier

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3 Comments

  1. jaimesr45@gmail.com el 19/12/2019 a las 1:37 PM

    No soy nada ni haré algo si no fuera por el amor de Cristo
    Gracias por existir

  2. Tatiana el 19/12/2019 a las 7:17 PM

    Mi marido me ablo de el bien que ustedes hacen así vida y me gustaría recibir su correo diario. Gracias

  3. Patricia el 22/12/2019 a las 6:39 AM

    Muy bueno me recomendaron está Gmail para recibir y poder aprender ..
    Desde ya muchas gracias
    Saludo

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