📈 ¡El 95% reacciona bien!

Hoy me gustaría centrarme en particular en la intimidación que viene poder medio de otras personas. No sé tú, pero yo muchas veces me siento intimidado por personas de mi entorno.

• Personas con un carácter agresivo, o muy resuelto
• Personas en autoridad, como jefes, policías…
• Personas que son importantes para mi vida y que me preocupa qué es lo que puedan pensar de mí…
• Personas de mi entorno a las que no me atrevo a hablarles de Jesús, por miedo a que se burlen de mí…

Y la lista sigue. Según cómo sea tu carácter y tu personalidad, podrás tener una tendencia mayor o menor a tratar de agradar a los demás, según lo fuertes que sean tus propias inseguridades y temores.

Quiero animarte a reflexionar en una sencilla pregunta: ¿Qué es lo que te asusta en relación a esas personas? ¿Qué es lo que produce en ti ese temor, qué es lo que te intimida?

La mayoría de nuestros temores están vinculados a mentiras. Están asociados a malas experiencias del pasado, o a imágenes negativas que el enemigo pone en tu mente.

Déjame ponerte un ejemplo: quieres hablar a las personas de tu entorno acerca de tu fe en Dios, pero tienes miedo de que te rechacen. Piensas que te van a mirar como si estuvieses loco, o que se van a sentir incómodas, ofendidas, o que incluso te van a insultar.

Esa es la imagen en tu mente, la mentira que el enemigo ha puesto en tu imaginación y que te bloquea…  pero la verdad suele ser muy diferente. 

De hecho, en mi experiencia puedo decirte que el 95% de la gente reacciona positivamente. De hecho, muchos estarán agradecidos, y otros se sentirán interesados, o al menos abiertos a hablar de ello.

Y si en algún momento te encuentras con alguna persona que realmente se enfada o te insulta, sigue el ejemplo de la Biblia, que nos anima a no estar “en nada intimidados por los que se oponen” (Filipenses 1:28). ¡Dios obra también en esas personas, aunque no lo parezca! No podemos dejarnos frenar por ellas…

Querido/a amigo/a, ¡es tiempo de ser libre de esas imágenes y mentiras que te atemorizan y te impiden avanzar! Levántate con fuerza, sé valiente, y únete a mí en oración haciendo clic en este enlace.