Amigo/a, 🦸 ¿Cuándo fuiste un héroe por última vez?
¿Alguna vez te has imaginado hacer un acto heroico? Yo recuerdo que, cuando era pequeño, a veces me pasaba horas imaginando situaciones en las que salvaba la vida a alguien, o en la que me enfrentaba a los malos y hacía que salieran huyendo… ¡Incluso me imaginaba haciendo regates imposibles en un partido de fútbol, y marcando goles legendarios, a lo Pelé! Cualquier cosa con tal de ser el héroe =)
Mira lo que dice Jesús: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Antes, cuando leía este pasaje, me venía siempre a la cabeza este tipo de actos heroicos de los que hablaba antes. Recuerdo escuchar testimonios de cristianos que habían dado su vida por salvar a otras personas, especialmente en países donde la iglesia es perseguida. ¡Parecía algo realmente inalcanzable!
Sin embargo, no hace falta esperar a una oportunidad heroica para cumplir lo que este pasaje dice. Piensa en tu día a día: ¿de qué maneras prácticas podrías aparcar un poco tus propios planes, deseos y proyectos, para entregar así una parte de tu tiempo a bendecir a tus amigos? Y, sobre todo, ¿de qué maneras puedes dedicar más tiempo para estar con Jesús, tu mejor amigo?
A veces estamos tan centrados en nuestra propia vida que nos olvidamos de los demás, pero al dedicar parte de nuestro tiempo y de nuestra vida a otras personas, permitimos que ese amor fluya hacia ellos. ¡Al final, eso bendice a nuestros amigos, y a nosotros mismos!
Amigo/a, este mensaje me lo estoy escribiendo a mí mismo. Llevo tanto tiempo trabajando en cosas y centrado en mi familia, que no he dedicado casi tiempo para bendecir a mis amigos. Sí a mi mejor amigo, Jesús, pero no al resto. Es el momento de cambiar esto. ¿Querrías unirte a mí en este propósito?
“Señor, Tú eres mi mejor amigo, y quiero entregarte mi vida cada día, hacerlo todo en Ti y para Ti. Y además, quiero también poder apartar tiempo para el resto de personas, en especial a los que son mis amigos, para que pueda bendecirlos de una manera especial. Dame sabiduría para saber qué hacer y cómo. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”
Es una bendición tenerte entre mis amigos.