Dale el control de todo al Señor

¿Crees que la oración puede ayudarte a entregar al Señor todo aquello que no eres capaz de controlar? Estoy convencido de que orar es volverle a dar a Dios el derecho de ser Dios en nuestra vida.

Mateo 6:6 es un versículo que me gusta mucho, y me complace poder experimentarlo en mi vida: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.

Dios desea pasar tiempo contigo. Él te espera en tu lugar secreto. Entra en ese lugar y confíale tus preocupaciones, tus cargas al Señor. Y cuando salgas de ese lugar secreto, aprende a relajarte y a descansar. Queremos a menudo controlarlo todo humanamente,  pero cuando es Dios quien está al mando, ¡las cosas son muy diferentes!

Hace poco estaba de viaje en un país extranjero, y las cosas no iban como esperaba. Entonces, entré en la habitación que había alquilado y allí me puse de rodillas. Lloré, expuse mi corazón delante del Señor, y le entregué la situación, dejándola en Sus manos. Cuando me levanté, me sentía totalmente diferente. 

Ese mismo día mi vuelo de vuelta fue cancelado, lo cual me forzó a tener que quedarme un día más en ese país. En condiciones normales hubiese estado muy descontento ante una situación así, pero en ese momento era consciente de que todas las cosas me iban a ayudar a bien. La compañía aérea se ofreció a pagar mi estancia en el mejor hotel de la ciudad (un palacete, mucho mejor que mi Airbnb), comida incluida. Ahí encontré a un amigo que casualmente estaba también de viaje en ese país, y que se hospedaba en ese mismo hotel. Pasamos un magnífico tiempo juntos. Al día siguiente, tomé el avión de vuelta a Francia, el cual hacía escala. En uno de esos vuelos, me senté al lado de uno de los presentadores de TV más famoso de Francia. ¡Hablamos, y tuve la oportunidad de compartirle acerca de mi fe en Jesús durante 3 horas!

El presentador de TV fue tan tocado por nuestro encuentro y nuestra conversación, que me dijo: “¡No es casualidad que usted acabara en este vuelo, ¡usted fue dirigido para estar aquí!”. ¡Estoy seguro de ello! =)

Hoy, mi querido(a) amigo(a), te invito a que tengas también esta experiencia de oración, en la que vuelvas a poner al Dios de lo imposible en el centro de tu vida. ¡Dios no desea simplemente levantarte, sino que Él desea sorprenderte con Sus bondades!

Gracias por existir,
Eric Célérier